Apadrinando un niño cambias dos vidas

Apadrinando un niño cambias dos vidas

Existen muchas organizaciones en las que puedes colaborar apadrinando un niño, pero en esta ocasión te vamos a hablar de Plan International, de la que hemos tenido constancia gracias a la campaña de Isco de “Rompe el Muro”.

La mayoría ya sabéis lo que significa el apadrinamiento, pero vamos a explicarlo rápida y brevemente. Apadrinar un niño significa que mensualmente damos una cantidad de dinero que va destinada a mejorar su calidad de vida. Su educación, su acceso a medicamentos y a agua potable y la mejora de políticas y leyes del gobierno en el que viven son algunas de las labores en las que ayudamos si colaboramos con el apadrinamiento de niños con Plan International.

Parémonos a pensar durante unos minutos la suerte que hemos tenido y la que han tenido nuestros hijos y sobrinos de nacer donde han nacido. Ellos tienen acceso a una educación gratuita y de calidad, a medicamentos, a elegir qué hacer con su vida ahora y en un futuro, etc. En los países en vía de desarrollo los niños no tienen esas oportunidades, la mayoría desconocen lo que es una escuela, medicamentos y son obligados a casarse a una edad muy temprana por pactos entre familias. Todas esas circunstancias, unidas a la pobreza, la discapacidad y la diferencia de géneros, hacen que el futuro de cada niño no sea demasiado positivo. Por suerte, cada vez son más las personas que se comprometen a cambiar la vida de estos niños apadrinándolos a través de las diferentes ONG.

Cuando se apadrina no se cambia la vida del niño únicamente, también cambia la nuestra. Todo lo positivo que damos a los demás repercute en nosotros, y gracias a los dibujos que recibiremos de ese niño o niños a los que hemos apadrinado, tendremos una conexión mucho más directa. También cabe la posibilidad de visitarlos y conocer el lugar en el que viven y cuáles han sido las mejoras que hemos ayudado a introducir. Es una cantidad de dinero que estableceremos con la ONG y que en poco tiempo ni notaremos que destinamos a ese fin, pudiendo aumentar la cantidad o apadrinar a más niños.

Ayudar es casi una obligación moral que tenemos aquellos que podemos disfrutar de todo lo necesario para que nuestra calidad de vida sea buena. No dejes que esos niños no tengan una esperanza de futuro, forma parte de ese cambio y enorgullécete de sus progresos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *